Los residuos abandonados en la naturaleza amenazan la supervivencia de más de 15.000 especies animales e intoxican la cadena alimentaria de la que los humanos también formamos parte.
No todos los productos o sustancias se degradan a la misma velocidad, sino que dependen de varios factores: por ejemplo, la estabilidad de las moléculas que lo forman que favorece o no la acción de microorganismos o la variabilidad de las condiciones ambientales como lluvia, humedad, temperatura, etc. Algunos de ellos, además, son más peligrosos que otros y, por tanto, su potencial contaminante mucho mayor, de ahí la importancia de una adecuada gestión de nuestros residuos.
Así, el papel tarda en degradarse un año, los envases tetra brik no menos de 30 años, las latas de refresco 200 años, 300 años los envases plásticos o 450 años los pañales desechables, por poner algunos ejemplos.
Los peores desechos pueden llegar a tardar de un siglo a varios milenios en desaparecer. Aquí estarían las pilas que tardan unos 1.000 años, además de ser el residuo más contaminante ya que una sola micro-pila de mercurio puede llegar a contaminar 600.000 litros de agua. Por su parte, el vidrio es el residuo que más tarda en descomponerse, hasta los 4.000 años puede mantenerse en la naturaleza.
Después de conocer los tiempos de degradación de algunos de nuestros residuos: ¡Di no a la basuraleza¡
Fuente foto: amigarse.org