El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó en la rueda de prensa del Consello, que la aprobación del nuevo Plan de Residuos de Galicia permitirá triplicar el reciclaje y reducir a la mitad la basura que se deposita en los vertederos.
Feijóo explicó que el proyecto supondrá una inversión de 500 millones de euros y cuenta con tres objetivos ambiciosos. El primero, según explicó, es estabilizar la producción de basura, «es decir, lograr que en el año 2020 la población gallega produzca un 10% menos respeto de los 1,2 millones de toneladas que se generan en la actualidad».
Disminuir progresivamente los residuos que van a parar a las escombreras es el segundo objetivo del plan con el objeto de lograr en el 2015 que el 100% de la basura que se genera en Galicia se trate correctamente. «Actualmente, el 53% de los residuos se llevan a escombreras y lo que se pretende es reducir este porcentaje a la mitad, al 24%», matizó.
El tercer gran eje será triplicar la reutilización y el reciclaje de los residuos, pasando del 10% actual al 30%.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, destacó que el plan establece, también, unos objetivos instrumentales centrados: en el fomento de la recogida selectiva en origen; en la potenciación de las recogidas comerciales en origen; en la potenciación del mercado del reciclaje; en la implicación de las personas en las actuaciones de gestión de residuos; en garantizar la complementariedad de los diferentes modelos existentes y que van a perdurar en el tiempo; en desarrollar las infraestructuras necesarias para tratar los residuos generados; y también, en garantizar la calidad y transparencia de la información.
«En materia de infraestructuras el plan prevé 8 nuevas plantas de transferencia, con capacidad total para unas 400.000 toneladas al año; la introducción del compostaje en los centros ambientales actuales de Cerceda y del Morrazo, con capacidad respectiva de 15.000 y 5.000 t; 6 nuevas plantas de compostaje para, junto con las anteriores, multiplicar por cinco la capacidad de tratamiento, que pasa de 49.000 t actuales a 237.000 t en 2020; la potenciación de las plantas de Nostián y del Barbanza, para aumentar su eficiencia, la capacidad de tratamiento mecánico y también la capacidad de compostaje; y, también, la creación de un segundo complejo de tratamiento de residuos urbanos en el sur de Galicia que alivie la presión que actualmente soporta el de Cerceda».
Asimismo, el plan prevé además la posible creación de una nueva planta de selección de embases ligeros, en función de la evolución de la recogida de estos, para 5.000 toneladas al año.
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