Porriño, 28 de Noviembre de 2016
En la Cumbre Climática celebrada en París en diciembre de 2015, y cuya entrada en vigor se produjo el pasado 4 de noviembre, 195 países acordaron el primer plan de acción universal de la historia para atajar el cambio climático reduciendo los gases de efecto invernadero y limitando el calentamiento global muy por debajo de 2ºC.
Este logro histórico es sólo el principio, ahora los países deben convertir sus promesas en medidas concretas. España ratificará el miércoles 30 de noviembre el Acuerdo del Clima alcanzado en la Cumbre de París.
Para ello son necesarios mayores esfuerzos para descarbonizar de forma más rápida los sectores y actividades más contaminantes, impulsar un modelo económico más limpio y más justo, y demostrar la solidaridad de los países desarrollados con los países más pobres a través de un mayor apoyo financiero para la reducción de sus emisiones, la adaptación al cambio climático y para hacer frente a las pérdidas y daños provocados por el mismo.
Por su parte, en la Cumbre de Marrakech que acaba de celebrarse se ha aprobado seguir con la hoja de ruta marcada en París materializando a corto plazo lo allí aprobado, esto es, el compromiso de todos los países de tener los reglamentos listos para 2018.
La UE ha estado siempre a la vanguardia para alcanzar un acuerdo global sobre el clima. Está haciendo un gran esfuerzo para reducir significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero, al mismo tiempo que anima a otros Estados y regiones a que hagan lo mismo. En este sentido, ya está convirtiendo su compromiso de París en medidas concretas para lograr el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 % para 2030 en comparación con los niveles de 1990. Las propuestas incluyen reducciones de emisiones vinculantes para los Estados miembros para el periodo 2021-2030.
Es necesario abordar las emisiones desde todos los sectores económicos y comprender los patrones de producción y consumo que generan dichas emisiones. Trabajando unidos podemos construir un mundo más seguro y sostenible para nosotros y para las generaciones venideras.