Afortunadamente, hoy en día existe una tendencia al alza hacia la adquisición de equipos reacondicionados, reutilizados, reparados, de segunda mano…. Da igual cómo los llamemos, lo importante es que, bien por precio bien por responsabilidad individual a la hora de consumir, el impacto positivo que el mercado de los reacondicionados tiene sobre el medio ambiente y la sociedad es muy significativo.
Los equipos reacondicionados son aquellos que habiendo sufrido alguna avería o desperfecto (en el propio dispositivo o embalaje) o simplemente haber sido desechados por su poseedor inicial, son preparados para ser puestos a la venta de nuevo, con un precio inferior al original.
La realidad actual es que cada vez se consume más equipamiento tecnológico y esto está produciendo un incremento de la generación de residuos derivados de estos aparatos convirtiéndose su adecuada gestión en todo un desafío cuando, además, una buena parte de los mismos no se gestiona de manera correcta lo que se traduce en graves consecuencias ambientales en forma de contaminación del agua, aire y suelo; económicas, debido a la pérdida de valiosos recursos contenidos en estos dispositivos que podrían volver a reutilizarse, reciclarse o reinyectarse de nuevo en el circuito productivo; o sociales, consecuencia de prácticas fraudulentas en el tratamiento de los residuos que hace que muchos acaben en vertederos del tercer mundo siendo manipulados por personas vulnerables, muchos de ellos menores, que son expuestos a un cóctel de sustancias químicas tóxicas gravemente perjudiciales para su salud.
Apostar, por tanto, por nuevas formas de fabricar y consumir desde una visión circular se hace cada día más necesario. La cuestión es que muchos de los equipos tecnológicos que usamos en nuestro día a día tienen un periodo de uso muy corto en manos de su primer propietario lo que hace que una gran mayoría puedan tener una vida mucho más larga cuando decidimos desprendernos de ellos, de ahí la importancia de que surjan nuevas iniciativas y modelos de negocio en los que los residuos de unos se conviertan en recursos para otros promoviendo una verdadera economía circular.
Ejemplo de empresa que ha apostado por los reacondicionados con un crecimiento progresivo en los últimos años, es re-boots que, además, se nutre fundamentalmente de los equipos que recoge y gestiona revertia que es una empresa gestora de residuos tecnológicos que apuesta por la preparación para la reutilización como mejor opción de tratamiento.
Todos los productos que se comercializan en re-boots han pasado por unos estrictos procesos de reutilización basados en manuales estandarizados y catálogos de tratamiento que implican el someter a los equipos a una serie de operaciones como son la limpieza e higienización de los mismos, la extracción de los discos duros, borrando la información en ellos contenida, la instalación del sistema operativo y toda una serie de controles de calidad y test de stress para garantizar que los mismos funcionan con todas las garantías.
Reboots sólo ofrece productos que hayan pasado con éxito todas las etapas del proceso con el principal objetivo de maximizar la calidad del producto, precio y servicio.
En definitiva, poco a poco los consumidores vamos teniendo una mayor confianza en la adquisición de dispositivos tecnológicos reacondicionados al demostrarse que pueden cumplir sobradamente sus expectativas pero también, y con peso cada vez mayor, por una cuestión de responsabilidad individual hacia la protección de nuestro entorno.