Porriño, 15 de junio de 2015.
La Universidad de Vigo, Revertia y EnergyLab han colaborado durante tres años en un proyecto europeo que ha demostrado que reutilizar aparatos eléctricos y electrónicos es más eficiente que reciclarlos, y permite ahorrar 45 euros en costes ambientales por cada pieza recuperada. Así se informó en la jornada técnica celebrada el jueves en la Universidade de Vigo y en la posterior clausura del proyecto por parte del rector Salustiano Mato.
Tal y como explica el comisionado de Vigo Tecnológico, José Antonio Vilán el objetivo de esta iniciativa denominada «EcoRaee» es «demostrar el proceso de reutilización de aparatos electrónicos» para «proponer políticas de regulación de conformidad con la legislación de la UE».
El proyecto puso en evidencia que la reutilización es «económica, técnica y ambientalmente más eficiente que el reciclaje» de estos residuos, mediante un análisis «con datos, calculando hasta el último gasto,» que reveló que el beneficio agregado para el mercado español rondaría los 4 millones de euros.
Atendiendo a estos datos, el comisionado aboga por la «necesaria colaboración de las autoridades para mejorar la legislación, facilitar la reutilización y concienciar a la sociedad».
A modo de ejemplo, Vilán subraya que la «falta de conocimiento» sobre reutilización lleva a los consumidores a desconocer que los fabricantes «están obligados a recoger aparatos viejos o estropeados», ya que el consumidor «paga por ese proceso» que está incluido «en el precio de venta del producto».
Apunta que las conclusiones de «EcoRaee» corresponden a tres años de trabajo durante los cuales se proporcionó «una segunda vida» a ordenadores en desuso, «aunque se podría haber hecho también con otro tipo de aparatos como lavadoras o neveras».
Además, ha constatado que el proceso de preparación para la reutilización «incurre en un beneficio ambiental», lo que «se debe a que con este proceso se evita la fabricación de determinados dispositivos» con materia prima virgen. Igualmente, la vida útil estimada de los aparatos aumenta, siendo de siete años para los reutilizados y de cinco para los nuevos.
El proyecto, que ha contado con un presupuesto total de 1,3 millones de euros –622.000 euros aportados por la Unión Europea a fondo perdido–, ha consistido en la demostración de un proceso industrial de reutilización de equipos electrónicos en conformidad con la legislación europea.
Fuentes: ABC, El Correo Gallego