En ocasiones anteriores hemos comentado el gran reto que supone el cambio de paradigma de un «modelo de usar y tirar» a un «modelo de sostenibilidad», basándose en la Economía circular, no sólo por el valor medioambiental que esto comporta si no también por los beneficios económicos y sociales.
Es un verdadero desafío para la Unión Europea, con cifras como el ahorro de 630 millones de euros anuales para la industria y la generación de 400.000 empleos, 52mil en España con la aplicación de la normativa de residuos.
Según la Comisión Europea, sería posible en 10 años reducir el consumo de materiales entre un 17%y un 24% si se optimizan los recursos de la cadena de valor lo que supondría un ahorro evidente para las empresas. Las acciones de prevención a la hora de generar residuos así como la reutilización y el reciclado son los objetivos.
Mientras que en el ámbito europeo se incrementa el compromiso con el reciclaje y la reutilización con nuevas normativas más exigentes, en España destaca el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022, la recientemente aprobada Estrategia Española de Economía Circular España Circular 2030, con el objetivo de reducir los residuos un 15% en 2030, las nuevas normativas de residuos específicas (pilas, baterías y RAEEs) o futura Ley de Residuos y Suelos Contaminados en tramitación parlamentaria.
Estas mejoras legislativas juegan un papel importantísimo pero deben ir acompañadas con medidas que faciliten el cumplimiento de los objetivos cuantitativos establecidos por Europa, una mayor coordinación entre administraciones y una mejora en la vigilancia y el control.
Fuente: Datos de la Unión Europea e informe Global E-Waste Monitor 2020.