El Gobierno ha aprobado este pasado martes 3 de noviembre la hoja de ruta para descarbonizar la economía española y lograr a mediados de siglo el objetivo de ser neutrales en carbono, es decir que el balance de emisiones de gases de efecto invernadero sea cero. Esto se conseguirá, por un lado, reduciendo drásticamente las emisiones y, por otro, compensando con acciones de mitigación las emisiones que sigan produciendo.
La denominada Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050) permitirá reducir un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 respecto a las que se emitían en 1990. El texto detalla la manera de conseguir los compromisos de España como miembro de la Unión Europea y como firmante del Acuerdo de París alcanzado durante la Cumbre del Clima de 2015.
Para lograr la neutralidad climática en 2050, las energías renovables representarán el 97% y se reducirá el consumo de energía un 50% desde 2020 a 2050 mejorando la eficiencia energética y reduciendo su consumo.
Según los planes del Gobierno, el sector de la edificación estará 100% descarbonizado en 2050. La movilidad y el transporte reducirán sus emisiones cerca del 98% respecto a valores actuales y la industria lo hará en más de un 90%.
Para conseguir que los sumideros de carbono sean capaces de absorber el 10% de las emisiones de CO2 se reforestarán 20.000 hectáreas anualmente entre 2020 y 2050, se incrementará un 4% la superficie de tierras forestales y se recuperarán 50.000 hectáreas de humedales hasta 2050.
Según las estimaciones del Gobierno, la neutralidad climática a mediados de siglo permitirá reducir en un 60% las muertes prematuras vinculadas a la exposición de sustancias contaminantes.
En materia de residuos, la aplicación de medidas derivadas de la economía circular, de la reutilización y el reciclado, de la reducción de carga de nitrógeno en los vertidos a cauces o del fin de incineración de residuos, permitirá reducir las emisiones en un 81%.