La Comisión Europea estima que si los Estados miembros aplicarán en su totalidad la legislación comunitaria que regula la gestión de desechos podrían ahorrar unos 72.000 millones anuales, según un informe del Ejecutivo comunitario publicado el pasado día 13 de enero.
Además, el volumen de negocio anual en la UE ligado a la gestión y el reciclaje de estos desechos podría crecer hasta los 42.000 millones y se podrían crear 400.000 nuevos puestos de trabajo en el sector a la altura de 2020, según datos que maneja el Ejecutivo comunitario.
«Este informe demuestra que la gestión de desechos y el reciclaje pueden hacer una gran contribución al crecimiento económico y la creación de empleos», ha subrayado el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik en un comunicado para presentar el informe, que estudia casos concretos de gestión y reciclaje en Alemania, Países Bajos, Italia, Irlanda y Chipre. «Si la legislación existente se aplicara correctamente, podríamos evitar operaciones de limpieza costosas, contaminación y problemas de salud. Y no olvidemos que los materiales reciclados son más baratos que los vírgenes y que contribuyen a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y nuestra dependencia» energética, ha agregado, insistiendo en la necesidad de que los Estados miembros empiecen a ver los residuos y desechos «como recurso».
Cada ciudadano europeo utiliza unas 16 toneladas de materiales al año, de los cuáles sólo seis se convierten en desechos, según datos que maneja Bruselas. En volumen de negocio del sector representaba unos 145.000 millones de euros en la UE en 2008, equivalentes al 1% el PIB europeo, y empleaba a unas dos millones de personas. Según cálculos de Bruselas se podría haber llegado a un volumen de negocios de 187.000 millones de euros y 2,4 millones de puestos en el sector si se hubiera aplicado correctamente la legislación comunitaria.
En su informe, el Ejecutivo comunitario constata que los Estados miembros están perdiendo oportunidades de negocio en algunos casos por la gestión inadecuada y en ocasiones ilegal de los desechos y que «muchos» de ellos todavía no disponen de «infraestructuras adecuadas para separar la recolección, el reciclaje y la recuperación» de estos desechos. También lamenta «la ausencia de un control sistemático», así como «mecanismos» para hacer cumplir la normativa comunitaria, además de la falta de «información fiable» sobre gestión de residuos en los Estados miembros.
Por ello, la Comisión Europea ha emplazado a los Estados miembros a mejorar la situación de la gestión de residuos generalizando por ejemplo el concepto de «el que contamina, paga» y elevar los costes de desecho y a reforzar las inspecciones y sus capacidades de supervisión. Bruselas no descarta en este sentido proponer a los Estados miembros la posible creación de una capacidad de auditoría a nivel de la UE, introducir «posibles estándares de inspección comunes» o incluso crear una nueva agencia comunitaria de supervisión del tratamiento de desechos como forma de abaratar los costes administrativos ligados a las inspecciones.
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