En breve, la prevención de un daño ambiental importante o la comparación del consumo energético de edificios situados en distintos países podrán llevarse a cabo con mayor rapidez y facilidad gracias a un sistema de puesta en común de datos perfeccionado en la UE. Con INSPIRE (Infraestructura de información Espacial en Europa) la Unión Europea está creando una norma común para facilitar y acelerar el acceso a la información ambiental.
La adopción de normas comunes contribuirá a reducir los costes y mejorar las bases que sustentan la toma de decisiones a todos los niveles. En la actualidad, se está tratando de recabar opiniones sobre la idoneidad de las normas propuestas. Dichas normas contribuirán a mejorar los índices de éxito en los casos en que el acceso a la información correcta es esencial. De este modo, podrán prevenirse incidentes graves como el que protagonizó en el sur de Francia un servicio de bomberos cuya intervención se retrasó por no haber tenido acceso a datos actualizados e integrados.
INSPIRE desempeñará asimismo un importante papel a la hora de calcular el nivel de cumplimiento por parte de los Estados miembros de los objetivos de la UE en materia de reducción del consumo energético (hoy en día, el margen de error puede llegar a alcanzar hasta un 20 por ciento). Cientos de expertos de toda Europa han estado colaborando durante años para consensuar definiciones comunes en ámbitos estratégicos tan importantes como la energía, el cambio climático, la biodiversidad, el entorno marino o la salud humana. Las normas propuestas se someten ahora a consulta pública y a ensayo con objeto de evaluar su posibilidad de aplicación en diversas disciplinas y países.
Según ha manifestado el Comisario de Medio Ambiente Janez Poto?nik, las normas INSPIRE ayudarán a mejorar el medio ambiente. «Cuanto mayor sea nuestra comprensión común a nivel europeo sobre las cuestiones que están siendo objeto de discusión, mejor podremos colaborar en beneficio del medio ambiente. Espero que sean muchos los ciudadanos que nos comuniquen su opinión al respecto», asegura.
Máire Geoghegan-Quinn que, en su calidad de Comisaria Europea de Investigación, Innovación y Ciencia, es asimismo responsable del Centro Común de Investigación (JRC), organismo encargado de la coordinación técnica de INSPIRE, ha declarado que «gracias al material y a la competencia técnica aportados por más de 650 organizaciones de los sectores público y privado y coordinados por el JRC, INSPIRE constituye una base de conocimientos con un enorme potencial. El establecimiento de normas comunes en materia de datos ambientales es fundamental no sólo para la elaboración de políticas, sino para el apoyo de la investigación científica y, en última instancia, para el desarrollo de tecnologías innovadoras y sostenibles».
Las especificaciones de los datos, que abarcan 25 temas entre los que cabe citar la ocupación del suelo, los edificios, el suelo, la utilización del suelo, la energía, la salud y la seguridad, se someten ahora a consulta pública hasta el próximo 21 de octubre. Así pues, cualquier ciudadano puede opinar sobre las normas que permitirán armonizar a escala comunitaria los datos sobre zonas de riesgo natural, condiciones atmosféricas, aspectos geográficos de carácter meteorológico, aspectos geográficos oceanográficos, regiones marinas, hábitats y biotopos, distribución de las especies, así como energía y recursos minerales. Una vez adoptadas, las normas facilitarán la integración transfronteriza y el análisis de los datos ambientales, la modelización y las actividades de previsión en diversas áreas estratégicas.
Según han demostrado diversos estudios, INSPIRE aportará beneficios económicos y sociales, pues al tiempo que permite realizar evaluaciones de impacto más rápidas y económicas, brindará mayores oportunidades de empleo y creará sinergias entre las administraciones públicas.
Más información: