La desaparición de los vertederos reduciría en Europa un 32% de las emisiones en 2020.

Madrid, 30 de agosto de 2011.

La Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (CEMA) ha advertido de que la desaparición de los vertederos podría reducir en Europa hasta en un 32 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020; un objetivo que según indica puede verse favorecido por la reciente aprobación en el Congreso de los Diputados de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

Así, explica que, aunque la contribución de los residuos al cambio climático es pequeña, en relación con el resto de sectores existe “un potencial significativo” de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, asociado al sector de los residuos. Por ejemplo, cita que un 3 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de España proceden de instalaciones de gestión de residuos.

En este sentido, indica que el ministerio alemán de Medio Ambiente ha publicado recientemente un estudio titulado ‘Climate Protection Potential in the Waste Management Sector’, que concluye que la desaparición progresiva de los vertederos en Europa sería fundamental para la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero.

De esta forma, la Fundación CEMA resalta que la normativa de Residuos aprobada por el Parlamento español, que traspone la directiva europea en la materia, aspira a transformar la UE en una “sociedad del reciclado”, así como a contribuir en la lucha contra el cambio climático, potenciando la valorización de los residuos como un “instrumento clave” en este proceso.

Es más, apunta que esta nueva ley marca un nuevo esquema legislativo que proporciona los instrumentos que permiten separar la relación entre crecimiento económico y la producción de residuos, “insostenible a largo plazo”.

Además, destaca que la nueva norma introduce “novedades importantes”, como los conceptos de ‘subproducto’ y de ‘fin de la condición de residuo’, la creación de una Comisión de Coordinación en materia de residuos, el establecimiento de un calendario hasta 2018 de sustitución progresiva de bolsas comerciales de un solo uso de plástico no biodegradable o la concreción de las nuevas obligaciones legales a los productores y gestores de residuos, a la vez que aparecen figuras novedosas en la legislación como son las del ‘agente’ y ‘negociante’.

La Ley de Residuos señala en su preámbulo una nueva jerarquía de gestión: prevención, preparación para la reutilización, reciclaje u otras formas de valorización, (incluida la valorización energética) y, por último, eliminación. Textualmente, la ley “aspira a transformar la Unión Europea en una sociedad del reciclado y contribuir a la lucha contra el cambio climático”.

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