El GHG Protocol publica hoy sus dos nuevos y más esperados estándares, fruto de un debate multipartito de empresas, ONG y gobiernos durante 3 años, para armonizar la medición, el reporting y el análisis de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) más allá del perímetro operacional de las empresas. Se trata del Estándar para la Cadena de Valor Corporativa, y del Estándar para el Ciclo de Vida de los Productos. Si no tienes demasiado tiempo, no te pierdas la breve sinopsis.
Estos dos estándares – en inglés Corporate Value Chain and Product Life Cycle standards – han sido desarrollados por el GHG Protocol, una iniciativa del World Ressource Institute (WRI) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD). Los estándares permitirán a las empresas medir y gestionar el alcance completo de las emisiones en su cadena de valor y en sus productos por primera vez, a la vez que ayudarán a las organizaciones a implementar progresivamente programas de reporting integrado (información financiera, económica, medio ambiental, social y de gobierno).
El muy popular estándar corporativo del GHG Protocol publicado en 2004 ya se ha convertido en referente para la gestión de los GEI, y sus directrices proporcionan un marco para casi todas las normas internacionales, incluidas las de la ISO (International Standards Organization) y el Climate Registry. Pero este estándar sólo mide las emisiones de una empresa relacionada con su generación de energía propia (alcance 1) y sus compras de electricidad, calor y vapor (alcance 2).
Esto excluye a una gran variedad de fuentes de emisiones de aguas arriba y aguas abajo, como las derivadas de los bienes adquiridos, la distribución de los productos, los viajes de negocios, los desplazamientos de los empleados, las fases de uso y de fin de su vida de los productos…es decir emisiones no contraladas por la compañía y catalogadas genéricamente como alcance 3 del protocolo.
Sin embargo, las emisiones de alcance 3 pueden representar la mayor fuente de emisiones para las empresas y presentar las oportunidades más importantes para influir en la reducción de GEI. Estas emisiones alcanzan por ejemplo más del 80% en las empresas de la gran distribución.
El Estándar incluye una guía para las empresas sobre cómo preparar y reportar un inventario de emisiones de GEI que incluya las emisiones indirectas derivadas de las actividades de la cadena de valor.El GHG Protocol ha ido desarrollando esto nuevos estándares, basados en el alcance 3, con la participación de múltiples grupos de interés desde 2008. Un primer borrador fue publicado en el 2008. En 2010, 60 compañías lo utilizaron como piloto y su feedback en cuanto a practicidad y usabilidad desembocó en un nuevo borrador en noviembre del 2010, antes de la publicación hoy de la versión definitiva del documento.
Como complemento del Estándar para la Cadena de Valor Corporativa, se publica también el Estándar para el Ciclo de Vida de los Productos, diseñado para ayudar a las empresas para medir las emisiones de un producto individual. El estándar incluye los materiales, la fabricación, el uso y la eliminación del producto.
Ambos tienen un enfoque similar a la contabilidad de GEI y se desarrollaron al mismo tiempo. Junto con el Estándar Corporativo, estos documentos proporcionan un enfoque global a la medición y a la gestión de los GEI a lo largo de la cadena de valor, y ayudarán a las empresas en sus decisiones de compras de I+D, de gestión de producto y procesos productivos.
De hecho, el Sustainability Consortium ya ha adoptado el estándar de producto como la metodología de GEI utilizada en sus herramienta, y el Global e-Sustainability Initiative lo utiliza como base para la orientación sobre los productos y servicios del área de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Mientras tanto, el Consumers Good Forum (en representación de más de 400 compañías de retail, con un total combinado de 3 mil millones de facturación), ha recomendado los nuevos estándares a sus miembros que opten por medir e informar sobre el alcance 3 de sus emisiones de Co2.
Fuentes: