Madrid, 30 julio de 2012.
“El Camino de las Ardillas” es una idea sorprendentemente nueva, a la vez que surge de la misma raíz de la Historia, al ser esta ruta la de migración de numerosas especies en la última glaciación.La propuesta consiste en establecer un corredor ambiental por la “espina dorsal” montañosa de la Península Ibérica (desde Tarifa, al sur de la cordillera Penibética, hasta el Parque Nacional de Cevennes, en Francia) que separa las vertientes Mediterránea, Cantábrica y Atlántica de los ríos ibéricos.
Mediante este corredor no sólo se pretende recuperar parte del importante patrimonio forestal perdido, sino ante todo acabar con la fragmentación de nuestros bosques y así permitir que tanto animales como plantas puedan adaptarse al cambio climático migrando más hacia el norte.
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