Madrid, 10 de diciembre de 2010.
Con el encendido de la iluminación navideña suelen surgir controversias sobre lo superfluo del gasto energético que supone. Un dato recientemente publicado por el diario El País sirve para ilustrar su impacto.
“Los ayuntamientos españoles gastan en alumbrado navideño unos 30 millones de kilovatios por hora, la electricidad que consume un barrio de unas 50.000 viviendas al año. Este gasto supone una emisión de dióxido de carbono (CO2) de 10.000 toneladas, según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria”.
Sólo en la ciudad de Madrid, la iluminación navideña supondrá este año un gasto de 2,1 millones de kilovatios hora -equivalente a la electricidad que consumen cerca de 6.700 hogares en un mes-, mandando a la atmósfera 670.000 kg de CO2 y con un coste de casi cuatro millones de euros.
Algunas iniciativas como la del famoso árbol del neoyorquino Rockefeller Center, donde sus miles de bombillas se alimentarán de energía solar, además de ser de bajo consumo gracias a la tecnología LED, o la del Ayuntamiento de San Sebastián, donde los adornos contarán con la instalación de placas fotovoltaicas, las tradicionales bombillas serán sustituidas por microbombillas que facilitan la reducción del consumo en un 70% y las áreas públicas serán iluminadas con diodos LED. Esto hace aún más presente un debate necesario: ¿cuánta energía consumimos?, ¿qué aplicaciones le damos?, ¿es necesario un consumo tan elevado?.
Fuentes: