Reutilización frente a reciclaje. Es la propuesta del proyecto EcoRaee, que intenta demostrar que incrementar la vida útil de los aparatos eléctricos y electrónicos es una solución viable económica, técnica y ambientalmente para este tipo de residuos, que representan un 4% del total de la basura generada en Europa.
Ordenadores, teléfonos móviles y tecnología en general facilitan la vida pero constituyen una importante fuente de contaminación debido a alguno de sus componentes, como plomo, mercurio, silicio, oro o plata. En nuestro país cada año se generan 200.000 toneladas de este tipo de residuos y las previsiones apuntan que en 2020 se continuarán tratando de una forma inadecuada más de 4 millones de toneladas anuales. Ante esta situación, la Unión Europea apostó por iniciativas como EcoRaee que, coordinada por la Universidad de Vigo, cuenta también con la participación de la empresa Revertia y el centro EnergyLab. Como explicó el Vicerrector de Transferencia del conocimiento y uno de los coordinadores del proyecto, José Antonio Vilán, la Unión Europea seleccionó EcoRaee como “el mejor sexto proyecto de los 35 aprobados para España dentro de la convocatoria Life+, el instrumento que tiene para financiar proyectos ambientales”. De tres años de duración y con un presupuesto de 1.269.155 euros, el 50% financiado por Europa, esta iniciativa aprobada en el verano, echó a andar el pasado viernes en Vigo, con la celebración del primer panel de expertos, en el que participaron 30 técnicos de todo el país además de evaluadores europeos.
EcoRaee es también una apuesta por la colaboración, tanto con empresas como entre diferentes departamentos de la universidad, ya que participan los de Derecho Ambiental, Economía Aplicada y grupo REDE, Ingeniería Informática, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica y la Oficina de Medio Ambiente.
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