El nivel de dióxido de carbono, el gas que más contribuye al calentamiento global, ha superado la temida barrera de 400 partes por millón (ppm) alcanzando así una cantidad que no se superaba desde hace tres millones de años. Según los científicos, este aumento implica cambios muy importantes en el clima y en el nivel del mar y pone de manifiesto los fallidos esfuerzos del ser humano para controlar las emisiones.
Los científicos añaden, además, que un aumento continuado podría ser catastrófico, ya que estaríamos perdiendo la posibilidad de mantener el clima por debajo del umbral que la gente consideraba tolerable.
Los nuevos datos provienen de los sensores situados en la cima del Mauna Loa, el volcán de la isla más grande de Hawái que ha sido durante años el punto de referencia en el estudio de la evolución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. La primera vez que se detectaron más de 400 partes por millón de dióxido de carbono fue en el Ártico el año pasado y también superó el nivel en lecturas cada hora en Mauna Loa.
El dióxido de carbono aumenta y desciende en ciclos temporales y su nivel volverá a situarse por debajo de las 400 ppa en el verano ya que el crecimiento de las plantas en el hemisferio norte lanza 10.000 millones de toneladas de oxígeno a la atmósfera durante ese período. Los expertos alertan, sin embargo, de que la recuperación será breve y de que cada vez está más cerca el momento en que el que en ningún punto de la Tierra se registren menos de 400 ppa en cualquier estación del año.
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